Llega agosto con una nueva intención: en inglés “to improve”; la traducción más cercana: mejorar. Para mejorar funciona mucho conocer las leyes y principios que rigen tu marco de acción, las áreas que son de tu interés y la vida misma.
Reconozco nuevamente que suelo analizar demasiado, lo poco práctico es que realizo análisis tan detallados que me generan parálisis. Para mejorar también he encontrado que mis racionamientos a veces son rebuscados y confusos, mis sentencias y aportaciones tratan de ser originales, artísticas y educadas, pero empiezo a caer en cuenta que no por ello son efectivas, en la lógica comunicativa de hoy, dónde antes encontraba fortalezas ahora aparecen debilidades.
Escribió Risto Mejide:“La inmediatez es el nuevo estado de las cosas. La experiencia ya no es un grado, sino una cuenta atrás. Que la vida ocurre en directo, darling. Lo que llega tarde ya nadie lo escucha, ya ha pasado, ya no está”.
Y mientras negaba, criticaba, atacaba y sobre-analizaba este cambio de paradigma, me estaba perdiendo de un nuevo paisaje con posibilidades infinitas. Cada proyecto, cada planteamiento se reinventa, restructura y construye con materiales ligeros para ser más veloces, pero también más flexibles, resistentes pero mutables, porque hoy además de velocidad se requiere menos rigidez. Así que vamos por ello.
"Que si hasta la estructura de la materia cambia, ¿cómo no vamos a poder cambiar nosotros de opinión? Diversos experimentos demuestran que incluso los primates cambian de opinión más fácilmente que los humanos; de cara al futuro, la rigidez es insostenible." - Eduard Punset.
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